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#WCW: Sandra Bullock
Sandra Bullock fue uno de mis primeros crush cinéfilos, si no el primero.
Hasta tal punto de tragarme truños como Demolition Man o Premonition sólo por verla a ella. Aun estoy dándole vueltas sobre cómo se usan las tres conchas en los baños futuristas.
Tiene una dilatadísima carrera. La conocí en una excursión con el cole cuando en el autobús nos pusieron Speed (sí, no había otra peli que poner). Yo era una peduga de unos 10 años. A mi hermana pequeña le encantaba Keanu Reaves y yo notaba cosas que aun no era capaz de explicarme al ver el rostro apurado de Sandra Bullock intentando controlar aquel autobús.
Entre ella, Julia Roberts y Meg Ryan se repartían la pana de la comedia romántica. Como todas las actrices, su lucha era contra el tiempo y contra el encasillamiento, batalla que Sandy ha ganado con creces. Crash, The Blind Side y, una de mis favoritas, Gravity la han colocado donde se merece.
En el cine, como en la literatura, si haces género romántico juegas en segunda división. Hasta que Sandra Bullock no hizo Crash (2006) parecía vetada de cualquier guión que oliera a drama de calidad. Con dicha película ganó el Oscar a mejor actriz de reparto y con The Blind Side (2010) el de mejor actriz protagonista. Hacía 16 años del estreno de Speed y no había parado de trabajar. ¿Cuánta mierda habrá tenido que tragar Sandy durante todo ese tiempo?
Ahora la tenemos de vuelta con Ocean’s Eight, una peli que, si bien es cierto no es una maravilla, nos permite ver a Sandra Bullock en su mejor momento. ¡Y junto a Cate Blanchet!
Ha salido con Ryan Gosling, Tate Donovan y Matthew McConaughey, pero se casó con el pedazo de mierda de Jesse James que dejó embarazada a su ex novia estando con Sandra Bullock.
Pronto podremos verla en Netflix en la película Bird Box (diciembre de 2018), un thiller post-acpocalíptico junto a Sarah Paulson (compañera de reparto en Ocean’s Eight) y John Malkovich.