Diario de una escritora de novela lésbica #29

[insertar aquí una escena que enganche con otra anterior]

Me dejo mensajes así por el estilo a lo largo de la novela para evitar bloqueos.

Si no me sale nada de primeras, abro corchetes y dejo un mensaje para la A. M. del futuro.

Antes de ser una historia completa, una novela es una conversación conmigo misma.

Dicen que los escritores somos introvertidos y que por eso escribimos. Yo no lo creo. Hay escritoras que no paran de hablar y necesitan escribir, precisamente, para seguir hablando.

En mi caso, escribo por curiosidad, por saber cómo se desarrollan los plots que me surgen cuando algo me llama la atención en la calle, cuando conozco a una persona o cuando me voy a dormir.

Siempre he sido una persona muy curiosa. He querido saberlo todo, aprenderlo todo, empaparme. Esto hace que me surjan más dudas todavía, que mi curiosidad se incentive, y que tenga que inventarme las respuestas con historias y personajes.

La curiosidad mata al gato, dicen. A mí no me ha matado, pero algunas cicatrices sí me ha dejado.

Y también 9 novelas escritas, claro.

Comparte con cariño este diario

Un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.