Diario de una escritora de novela lésbica #7

El otro día escribía de que tendría que hacer un inventario de frases ya escritas para no repetirme como una IA.

Es difícil escribir sin repetirse, decía.

El truco es escribir desde diferentes lugares. Huyo de ese territorio familiar que me ancla a las expresiones conocidas hacia nuevos horizontes. Ellas también hablan de diferentes lugares al principio y al final de la novela.

Como las protagonistas de cualquiera de mis historias, por el camino me encuentro con aliados (Wordreference, Fundeu, Iedra, os miro a vosotros), maestras y alguna tentación por el camino (como ese brebaje desconocido servido en copa de oro que te promete escribir por ti).

Una vez llegas a un nuevo lugar es, a su vez, un nuevo punto de partida.

Nadie sale indemne de una buena novela. Ni los personajes, ni la escritora ni la lectora acaban en el mismo lugar en el que empezaron.

Todas hacen su viaje del héroe.

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